6 estrategias para establecer vínculos positivos con estudiantes.

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6 estrategias para establecer vínculos positivos con nuestros estudiantes.

                                                                       Escrito por: Silvia González

“Porque también fui niña y sé lo que se siente desear con todo el corazón un abrazo, hoy te extiendo mis brazos dispuestos a acurrucarte y llenarte de amor.

Porque alguien creyó en mí y me dijeron “si se puede”, hoy deseo ser esa persona en tu vida, quién te ayude a alcanzar tus metas, y te tome de la mano a pesar de las caídas.

Como siempre desee tener una maestra creativa y alegre, hoy lucharé por serlo para ti.

Cómo necesité intensamente alguien que me dijera un simple “todo va a estar bien” hoy deseo ser esa persona que te limpie las lágrimas y te diga realmente que todo va a estar bien”.

-Silvia González, 2017-

Este es un extracto de un escrito que hice en el 2017, inspirado en una gira universitaria realizada en los Chiles (frontera norte del país Costa Rica) y que plasma muy bien el mensaje de esta temática.

¿Qué estudiante no sueña con tener un docente amable, empático, comprensivo, cercano y atento?

Realmente todos, sin importar nuestra edad, deseamos tener un docente de este tipo.

Hoy en día, como docentes a cargo no olvidemos esto que siempre deseamos tener.

Tener un buen vínculo con nuestros estudiantes nos permite, a ambas partes, disfrutar de la clase al tener cercanía, buena comunicación, respeto, risas, conocimiento mutuo y confianza.

Definitivamente es más agradable ir a clases cuando los estudiantes se sienten bien con sus docentes y viceversa.

¿Pero entonces qué es un vínculo? Es la forma de relacionarse entre dos o más personas que se frecuentan.

¿Cómo identificar un vínculo positivo? Es positivo si ambas partes se sientes valoradas, escuchadas, respetadas y queridas.

A continuación, te comparto mis 6 estrategias efectivas para establecer vínculos positivos con los estudiantes:

1.Hay que ponernos en los zapatos de ellos:

Debemos de recordar que también nosotros pasamos por ahí y no siempre fuimos adultos.

Nosotros al igual que ellos llegamos a necesitar alguien que nos cambiara el pañal, nos enseñara a leer y escribir, nos respondiera nuestras preguntas, nos escuchara con atención, nos corrigiera con amor y mucho más.

Conectar con nuestra niña interior desde los buenos tratos que obtuvo, las cosas que nos hirieron y todo aquello que deseamos fuera diferente para hacer la diferencia hoy en día desde la figura de adulto a cargo.

Para este te puedes preguntar: ¿ya comieron? ¿cómo se puede sentir si yo hago o digo esto?

    2-Tratar siempre con respeto y calidad humana:

    Esto independientemente de la edad de nuestros estudiantes, por el hecho de ser humanos merecen respeto y comprensión.

    Además, si nosotros como profesionales deseamos respeto, debemos de ser los primeros en tratar a las demás personas de esta manera; además, de que somos ejemplo para nuestros estudiantes.

    Te puedes preguntar: ¿qué estará viviendo que anda tan triste? ¿cómo le puedo enseñar desde una temática de su interés? ¿cómo se puede sentir querida esta persona?

    3-Hay que escuchar con amor y paciencia:

    Todos tenemos una historia que contar, alegrías que compartir, tristezas que expresar y cuando el docente facilita estos espacios impacta el corazón de sus estudiantes.

    ¿Recuerdas algún adulto que te escuchó con amor y atención?

    Procura serlo hoy en día para impactar positivamente la vida de los niños, jóvenes o adultos con quienes trabajas.

    Te puedes preguntar: ¿cómo me hubiera gustado que me trataran cuando fui niña o a esta edad? ¿qué hacía yo cuando me sentía triste o rechazada? ¿qué me hubiera hecho sentir amada por la profesora a esa edad?

      4-Transmitirles seguridad y confianza:

      Nuestros estudiantes necesitan una persona cercana que les haga seguir seguros y confiados de ser quienes son verdaderamente y poder expresar si están pasando por una eventualidad específica.

      Solamente de esta manera podrán pedirnos ayuda de así requerirlo.

      Te puedes preguntar: ¿le doy importancia a lo que me dicen mis estudiantes? ¿en mi pueden confiar? ¿qué hago con la información que me dan?

      Aquí le dejamos más información que le puede ayudar a dar respuestas a estas pregutas:

      5-Ser una persona que les motiva y cree en ellos:

      Confiar en sus habilidades les hace sentir lo valiosos que son, les da la seguridad de que, si pueden lograr lo que se proponen, les hace sentir queridos y especiales. 

      Te puedes preguntar: ¿realmente creo en que ellos pueden superarse? ¿les recuerdo constantemente lo valiosos y capaces que son? ¿los he hecho sentir mal o desvalorizados en algún momento?

        6-Establecer límites y corregir cuando sea necesario:

        Parte fundamental de crear vínculos sanos con nuestros estudiantes y con todas las personas a nuestro alrededor, radica en darnos el valor que merecemos y hacerle ver a la otra(s) personas cuando algo no está bien.

        Te puedes preguntar: ¿te sientes valorada y respetada como docente? ¿te da gusto ir a clases? ¿tus compañeros de trabajo y jefa te tratan bien? ¿qué puedes hacer para estar más cómoda y feliz en tu trabajo?

        A manera personal este último, ha sido todo un reto y algo que he ido aprendiendo hacerlo pero que cada vez confirmo que es muy importante y también puede ser una muestra de amor hacia nuestros estudiantes.

        Aproximadamente 8 años atrás tuve mi primer grupo a cargo y ahí había una estudiante que me desafiaba muchísimo, todo lo que decía lo contradecía y ejercía un liderazgo negativo con las demás estudiantes.

        Yo no estaba acostumbrada a poner límites pero tuve que empezar a explorar y aprender sobre este mundo porque si no lo hacía la situación se iba a salir de control.

        A partir del momento en que empecé a confrontar a la niña y a ponerle límites todo mejoró muchísimo y me contó que estaba pasando por un momento familiar muy difícil para ella; esto más bien dio paso a que nos hiciéramos cercanas y se pudiera desahogar conmigo de la situación de su casa.

        Un buen docente, es quién hace las cosas con amor y conecta con sus estudiantes, al cual lo llevarán por siempre en su corazón.

        Te recuerdo que tu labor como docente es muy importante y puede marcar vidas de por vida ya sea para bien o para mal.

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